El pasaje de entrada a Sala Equis viene a ser el primer acto de esta película y la antesala a nuestro pequeño gran universo. El espacio de la terraza cubierta con vistas a Duque de Alba es perfecto para esos encuentros espontáneos y necesarios. Es el prólogo –o epílogo– perfecto de la inclasificable experiencia de Sala Equis.
Con resonancia a tiempos pasados, el ambigú acompañó las tardes y noches más culturetas de principios y mediados del XX. Recuperamos el ambigú del antiguo cine Alba como templo de aquellas conversaciones en torno a algún licor de buena graduación para reflexionar en compañía acerca de la experiencia cinematográfica que es, a la postre, la propia vida.
En el corazón de Sala Equis, la propia sala de cine es un pequeño templo para los amantes de las películas en versión original subtitulada que albergará un buen puñado de joyas de la historia del cine. Además de acoger visitas ilustres de directores, actores o guionistas que acompañarán al público en los encuentros y pases especiales abiertos al debate.
El antiguo patio de butacas del cine Alba se ha transformado en la plaza de la cultura de Sala Equis, un lugar donde se mezclan experiencias compartidas en torno a una oferta gastronómica informal pensada para compartir. Conciertos en formato acústico, piezas escenográficas hechas a medida para nuestro particular escenario y encuentros fortuitos componen el espíritu de este espacio compartido.